Uno de los actos más valientes, dramáticos y arriesgados en la vida de toda persona casada: reconocer que aquello se ha terminado, que está muerto, difunto y empieza a apestar, y tomar la decisión de reorganizar la propia vida de la mejor manera posible. Y hacerlo, porque las buenas ideas que no se realizan no sirven de nada.
« Back to Glossary Index2019-07-06